48 horas en Necoclí: Un Viaje de Música, Danza y Conexión

Lo que comenzó como un ambicioso sueño de conducir desde Bogotá hasta Necoclí se transformó en otro tipo de aventura. En un principio, fantaseé con recorrer esta ruta de mi país en carretera, pero prontito me di cuenta de que el trayecto era demasiado desafiante para que mi hermana lo asumiera sola, y a pesar que quise nunca me atreví a tomar el volante en las desafiantes y ondulantes carreteras de mi país. Así que, tras un hermoso viaje de cinco días por la Cordillera Central, regresé a Bogotá.

Pero la pasión por el bullerengue bonito me llamaba, como eco que se queda ahi… y con solo 48 horas disponibles, convencí a mi madre, hicimos las maletas y hagale, nos lanzamos a la aventura.

Optamos por volar con LATAM Airlines hasta Montería, viajando en mi cabina favorita de Latam: Económica Premium, que nos daria sillas bien adelante, algunos snacks y mucho más espacio por una pequeña diferencia en el precio.

Desde allí tomamos un taxi hasta el Hostal Mariapolis en Necoclí, por carretera “solo fueron” las tres horas y media las que nos separaban de Necoclí.

Durante el trayecto, tanto mi madre como yo disfrutamos de la amena conversación con nuestro conductor de Uber, Rubén, quien nos entretuvo con sus historias familiares y, en apenas tres horas, nos contó prácticamente toda su vida. y no estoy bromeando ¡Créanme cuando les digo que mi mama estaba más entretenida que viendo novela turca!   jajaj

Al terminar el recorrido parecía que lo conocíamos ya de toda la vida. No sé si fue la magia de Urabá, su necesidad de desahogo o mi gusto por escuchar a las personas, pero al llegar a Necoclí sentimos que ya éramos viejos amigos.

Hospedaje con Vista al Mar Caribe

Nos alojamos en el Hostal Mariapolis, una casa hostal rústica frente al mar que me habían recomendado mucho como un lugar bonito y más que todo “bullerenguero”. Y yo conociendo a mi madre, con sus 81 años, es una todoterreno, así que se adaptó sin problemas, siempre lista para acompañarme en mis travesías, ya sean 5 estrellas o mil estrellas, si sabes a lo que me refiero.

La estadía estuvo hermosa en términos de comodidad y paisaje: dormir con el sonido del mar fue un sueño, y con el horizonte de Necoclí, algo verdaderamente hermoso.

Sin embargo, el servicio como tal dejó mucho que desear; asi que no te alojes alli, hay muchas mejores opciones. Pues sentí que la hospitalidad esperada en un espacio bullerenguero era bien escasa y mucho ego alli porque aunque busqué insistentemente el consejo de este hostal “bullerenguero” para aprovechar mi estadía al máximo, me encontré mayormente ignorada.  Además, el restaurante del hostal no estaba abierto como indicaba su cuenta de Instagram, lo que complicó mi logística de alimentación viajando con mi madre, quien ya tiene problemas de movilidad. Fue bien economico pero no fue esa la razon por la cual reserve alli, anyway tamtrum over.

Pero bueno, sin quejas solo retroalimentación constructiva. Aun así, nada nos detuvo: exploramos y resolvimos todos los retos logísticos juntas como viajeras experimentadas.

Ritmo y Aprendizaje: Profundizacion de Bullerengue

Tuve la alegría de recibir una clase de tambor con Andi Valencia, el talentoso tamborero del grupo e bullerengue Cantares de Eloa. En este encuentro, el latido de los tambores me conectó aún más con la esencia del bullerengue, reforzando mi pasión por este ritmo ancestral. Las lecciones las tomé en el Centro de Artes de Necoclí Eloisa Garcés, un espacio hermoso y muy amplio al lado del mar, donde se respira arte y cultura por cada rincón.

Después de la clase, Andi luego me invitó a observar la sesión fotográfica del grupo Cantares de Eloa, para promocionar su visita al primer festival de Bullerengue de Bogotá a realizarse a mediados de febrero.

También formó parte de mi visita la sesión con Seyna, la bailadora principal del grupo Palmeras de Urabá, quien me brindó una lección valiosísima para mejorar mi técnica en el baile del bullerengue. Recibí consejos clave sobre movimientos, control y expresión, lo cual fue de gran ayuda y un impulso significativo para mi desarrollo corporal. Me quede super feliz con su retroalimentación, especialmente de para moverme en el sentir del sentao (no es redundancia), entendiendo que este aire es más controlado, más sentido, más gutural de los tres ..

Encuentro con las Maestras del Bullerengue

Mi experiencia alcanzó su punto más especial cuando conocí a la maestra Darlina Sáenz (no gracias al hostal que nunca me ayudo sino a mi amigo Esteban mi sabedor total de Bullerengue en Londres y territorios).

La voz de la maestra Darlina ha sido mi compañera en muchos de mis andadas en mi carrito por todo Londres; ¡ella esta de primeras actualmente en mi playlist de música! Amo sus temas y la pasión que transmite en cada interpretación.

Asi nos tomamos un roncito y compartimos un espacio corto de conversación y canto con su grupos Cantares de Eloa, y hasta me enseñó cómo mejorar cuando canto “La Señora del Balay” .

Al día siguiente, mi madre y yo compartimos un almuerzo con la maestra Darlina y su hermana, la maestra Arlenis Garcés. Allí me contaron muchisimas de sus historias, el significado de algunas de sus canciones y hasta me dieron consejos sobre cómo componer bullerengue.

En este ambiente de familiaridad, la música surgió espontáneamente, y terminamos improvisando un bullerengue que se sintió como un regalo del universo acompañado de nuestros ancestros de Africa. Watch here

En un momento me sentí completamente en familia, rodeada de mi madre, las maestras, y la madre de las maestras, Eloisa Garcés, quien con su sonrisa plasmada en un mural se sentía presente en este espacio lindo de conexión.

Las palabras de las maestras resonaron profundamente en mí: el bullerengue es para todos, es para quien tenga el corazón de aceptarlo y vivirlo. No se trata solo de aprender una técnica o de subirse a una tarima, sino de un sentir personal que ayuda a sanar el corazón. Me dijeron que el bullerengue nace de la cotidianidad, de lo que sentimos, vivimos y observamos en nuestro diario vivir. Cada canción es una historia tejida de la vida misma con los latidos del tambor y la voz del cantador.

Tambien me hablaron sobre los diferentes aires del bullerengue: sentao, chalupa y fandango, y cómo cada uno tiene su propio ritmo y esencia. A través de ejemplos, ilustraron cómo la improvisación y el diálogo musical entre el tamborero y el cantador dan vida a nuevas composiciones.

Las canciones pueden surgir en cualquier momento: lavando platos, cocinando, caminando por el pueblo. (o reservando viajes por el mundo pensaba yo como mi priopia cotidianidad???).

Una de las historias que me conmovió, fue la historia de cómo la maestra Eloisa Garcés fue descubierta cantando mientras hacía sus labores diarias y cómo su talento floreció hasta convertirse en una de las grandes exponentes del género. Estas enseñanzas me dejaron una certeza: el bullerengue no es solo música, es un reflejo de la vida misma, un lazo invisible que une generaciones y corazones.

La Magia de Necoclí

Aunque es un pueblo pequeño, Necoclí es muy acogedor y auténtico. No está repleto de turistas como otras playas o pueblos del caribe colombiano, lo que le da un encanto mucho más especial. Sus murales son bellísimos, de verdad que sí! ame todos!, llenos de color y vida, y narran la historia y tradición afrocolombiana con una belleza impactante.

Este rincón de la región del Uraba es un homenaje a la cultura, el arte y la resistencia de su gente, pero en cuanto a la gastronomía, las opciones veganas o vegetarianas fueron super limitadas, pero gracias al universo, ¡patacones había por todo lado!

Reflexiones de un Viaje Relámpago

Este viaje exprés me recordó cuánto se puede lograr en poco tiempo cuando se tienen objetivos claros y se abraza cada momento con pasión. Y más encima más allá del aprendizaje y la exploración, lo más valioso fue compartir esta experiencia con mi madre hermosisima, la reina de mi existencia, quien sigue siendo mi mejor compañera de aventuras, ya viajando con ella más de 25 años sin importar que vivimos 8000 kilómetros lejos la una de la otra, porque el cielo infinito es el limite!!

Necoclí, volveremos!!!! ¡Maestra Darlina! Volveremos

Después de 20 años de vida en Londres, conocer Necocli fue más que un viaje; fue un reencuentro con mi esencia. Aunque siempre ando en movimiento, esta tierra me toco el corazon

Con amor

Jenny

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